La comunicación sin capas de cebollas

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Hoy me sorprendía en introspección que mi aburrimiento para otros posiblemente banal, esconde mucho orgullo y lágrimas, no saber coger a un amigo, hermano y decirle mira cuántas de capas de cebolla tengo, ninguna me sirve para nada y tan solo vago respirando lo que los pulmones me dejan.

Que sencillo sería todo así y que la gente no se extrañara no se sorprendiera, no se asustara, cosas tan sencillas como explicar que el aburrimiento que balbuceo a veces es dolor, es soledad, es cansancio, es insatisfacción personal.

Si hubiera gente preparada para esto y te dejara expresar y pudieras sostenerlo mucha gente dejaría medicaciones que se toman para enfermedades crónicas. Toda la vida pegados sustancias químicas que se suponen hacen milagros palían emociones, se calman las enfatizan.

Es corto el texto no quiero alargarlo mucho con poco basta, pues el que tenga la valentía de leerlo desde dentro sabrá que no miento y esto sucede en las familias cada día, entre los amigos que llamamos amigos.

Hay que ser muy valiente para dejar todo y preguntar ¿qué te pasa, cuéntame? Y por otro lado muy capaz de no minimizar lo que por dentro te está matando cada día porque no expresas. No esperes a que ocurra una desgracia, luego son todo culpas que se podían haber evitado, las culpas de la insensibilidad de la vida para el que tenemos cerca, al lado cada día, tu hermano.

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2 comentarios sobre “La comunicación sin capas de cebollas

  1. El primer paso lo debe dar el solitario, a pesar del dolor que lleve dentro. Las amistades te dan la mano un tiempo pero después de un tiempo prudente se desconectan y siguen con sus vidas..ellos también necesitan del solitario que se preocupen por ellos y así salir del dolor en el que esta inmerso, aunque sea algo momentáneo. Hay que hacer el esfuerzo de sonreír cada día aunque no se tenga ganas…debe ser como el respirar.
    Todo ser humano en algún momento y por diversas circunstancias nos hallaremos en momentos indeseables.
    Pero hay que hacer lo imposible , no hay de otra.

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